EL SANTO GRIAL TÁRTARO

Según la Nueva Cronología (hipótesis X-185) y Nostradamus

Andreu Marfull Pujadas, abril de 2024

VIDEO:
EL SANTO GRIAL TÁRTARO - Según la Nueva Cronología (X-185) y Nostradamus (youtube.com)


El texto de esta grabación difunde una parte del eje histórico en el que se centra la Nueva Cronología de Fomenko y Nosovskiy, trabajada desde la corriente de la hipótesis X-185, que reinterpreta las incursiones tártaras en Europa occidental, en el caso de la tierra cátara, conocida como Gothia, o más modernamente como Occitania. La obra reubica las incursiones escitas, alanas, góticas y sarracenas y las vincula con las hazañas del linaje de Gengis Khan, que también es el de "Juan el sacerdote", el Preste Juan. En este sentido, como hilo conductor, aporta las razones para dar a conocer que este linaje es el bíblico, y también el de la María Magdalena provenzal. Asimismo, indicar que esta investigación requiere de un estudio a fondo, y que esto dificulta mucho su reconocimiento. Pero precisamente por esta dificultad se hace especialmente atractiva. Es un desafío intelectual que obliga a repensar el capital simbólico de la historia oficial, y es poderoso, si se entiende bien.

El texto del video

En este trabajo se documenta un manuscrito del historiador Juan de Nostradama, correspondiente a la que será la primera historia oficial de la Provenza, hoy francesa. Nostradama afirma haber encontrado un documento en el que se dice que los sarracenos, en tiempos de Carlomagno, se establecieron en la Provenza bajo la dirección del rey de Tartaria, de Troya la Grande y de medio Europa, a quienes Carlomagno venció y cristianizó. Pero, la historia oficial, en su lugar, dice otra cosa. Según se cree, los sarracenos vinieron de Oriente Próximo, por el norte de África, llegaron a la Provenza, pero fueron repelidos por antepasados de Carlomagno. Carlomagno no los convirtió al cristianismo, sino que los obligó a retirarse más al sur, donde establecieron un Califato que será rememorado como el Al-Ándalus. En cambio, quienes se establecieron en la Provenza, fueron los visigodos, provenientes de la frontera con Tartaria, que sí se cristianizaron, pero antes de que llegara Carlomagno. Por otro lado, la referencia a Troya resulta anacrónica, si se cree la historia oficial, que afirma que Troya dejó de existir como tal más de mil años antes. Pero este detalle es curioso, porque la historia oficial, por otro lado, afirma que los francos vinieron de Troya, como apunta Nostradama. Es decir, Nostradama habla de una historia parecida, pero desordenada, aparentemente, en el tiempo y las identidades de sus protagonistas. Se trata, por lo tanto, de un documento que se alinea con la Nueva Cronología de Fomenko y Nosovskiy, en la medida que, a través de otros estudios y razonamientos, allí se afirma lo mismo que lo documentado por Nostradama, y le da sentido.  

Para situar al oyente, decir que la Nueva Cronología es un corriente científico que, mediante la ciencia astronómica, la técnica estadística y otras herramientas, demuestra que la historia antigua es la medieval, y que la medieval es más breve y cercana que lo que dice la historia oficial. En este sentido, es importante entender que, su análisis, requiere familiarizarse con otro mapa mental de la historia. Acercarse a la Nueva Cronología requiere entender la historia de otro modo y hacerse al cargo de que, la historia oficial, y el texto sagrado, se han manipulado. Es decir, requiere conocer las historias bíblica y medieval, saberlas interpretar, y tener la capacidad de cuestionarlas. Quien quiera disponer de más información, puede buscarla en la red o en este canal. Asimismo, este trabajo en particular, forma parte de la investigación que, a modo de colaboración desinteresada, desarrolla la hipótesis X-185, a cargo de Andreu Marfull, que ha sido supervisada por Fomenko y Nosovskiy. Finalmente, para cerrar esta introducción, nada más indicar que, en este vídeo, se usará una sola imagen, la que se puede ver en pantalla, a la que la narración del audio se remitirá puntualmente. En ella aparecen seis referencias bibliográficas, que se irán citando como: "Referencia número 1, número 2, número 3, etcétera".

Volviendo al hilo conductor de este modo de abordar la Nueva Cronología, a modo de contextualización, decir que los Nostradama son una familia muy cercana al historiador Joseph Justus Scaliger, que es quien, oficialmente, diseña el mapa cronológico oficial, que cuestiona abiertamente la Nueva Cronología indicada. El padre de Scaliger fue mecenas del conocido Michel de Nostradama (latinizado como Nostradamus, famoso por sus profecías), quien es el hermano de Juan de Nostradama, el autor del citado manuscrito. Es, pues, relevante. En este sentido, conviene destacar que, para entender su importancia, es imprescindible ver la historia de otra manera. De hecho, de una manera totalmente distinta a la oficial, pero no por ello carente de sentido. Una historia que, en su tramo final, resuelve el que es, probablemente, el misterio mejor guardado de toda la humanidad: el de la verdadera identidad de la judía María Magdalena, que la tradición sitúa, precisamente, en la Provenza,

Empecemos. El manuscrito de Juan Nostradama es un conjunto de notas escritas a mano en las que se describe la historia de la Provenza, encajándola con el calendario oficial, pero no aporta las fuentes y está escrito con una clara intención de no mencionar la naturaleza del poder judío de la tierra que -en la Edad Media- ocupa la Provenza, hasta Burdeos, con capitalidad judía en la Narbona. Y, también, de ocultar las raíces occitanas, que no se comentan, para escribir una historia afrancesada y cristiana en su lugar.  [Referencia número 1]. Se trata del borrador de un capítulo singular del proyecto europeo de escribir la historia, propio de la época, que César Nostradamus (el hijo del conocido Nostradamus) completa, ahora sí, con fuentes y como un libro enciclopédico, que se edita el año oficial de 1614. [Referencia número 2]. El primer documento es un borrador incompleto, si bien contiene lo esencial, y el segundo es impresionante y está escrupulosamente documentado con todo lujo de detalles.

Entre estas dos versiones, tal como se entiende la Nueva Cronología, se aprecia un patrón de creación de falsa documentación oficial, que ha llenado los archivos eclesiásticos, reales e imperiales. Es decir, primero se crea la idea del documento con una guía temporal y personajes principales, y luego se rellena el documento con temas menores, a los que se les da veracidad documental artificial. Pero el primer manuscrito de Juan de Nostradama, que aquí se resalta, a pesar de tener la voluntad de distorsionar lo ocurrido, o de ocultar la realidad histórica bajo una nueva realidad manipulada, aporta un episodio espectacular que la historia oficial ha descartado (por temerario), que aquí se recupera.

El episodio trata las raíces cristianas de lo que se conoce como Occitania, donde estaban también los cátaros. Ocupa un territorio desde Provenza hasta Burdeos, destacando Toulouse, así como Barcelona, Narbona, Carcassona, Montpellier, Arlés y Aviñón. Es una zona que se conoce, en la Edad Media, como Gothia (es decir, con la misma denominación que otra Gothia, situada en el norte del Mar Negro, donde se encuentran judíos caraitas descendientes de los antiguos jázaros, o katharos). En esta línea, resaltar que aquí se encuentra una triple coincidencia: Gothia, los jázaros y los cátaros, y los judíos. Es ampliamente sabido y aceptado, si bien poco reconocido en los libros de historia, que la Gothia occitana fue un feudo judío. En este sentido, hay que destacar la existencia de otro trabajo de investigación, que lo corrobora. Arthur Zuckerman, en 1972, publica un libro donde demuestra que los poderes originales del condado de Toulouse, que la historia oficial emparenta con Carlomagno en nombre de Guillermo de Toulouse, eran en realidad de exilarcas judíos, de Babilonia, descendientes del rey David. Es decir, linaje real, bíblico. Según documenta, dichos exilarcas crean un principado en Narbona, de cuyo linaje nace el del condado de Toulouse. Y, por otro lado, de los poderes de Toulouse nacen los poderes de los condados de Carcassona y de Barcelona, la capital de los catalanes (tal como también lo reconoce la historia oficial). Esta información se basa en documentación europea medieval y otra investigación persa y árabe. [Referencia número 3]. Este trabajo aporta, pues, luz, ya que, la historia oficial reconoce que, desde la invasión visigoda de Occitania, se creó una diócesis en Narbona desde la cual se ocupó la península ibérica, antes de que los visigodos trasladasen su capital primero a Barcelona, y luego a Toledo. Es decir, se observa otra contradicción. En Narbona nace un poder, que la historia oficial hace cristiano, mientras que Zuckerman, basándose en fuentes documentales originales y contrastadas, lo hace eminentemente judío. Aquí hay, pues, una manipulación.

El manuscrito de Nostradama está escrito en provenzal y se puede leer como catalán antiguo con tics franceses. El interés recae en la historia que cuenta sobre la naturaleza de los citados poderes. En este manuscrito se encuentra una información inédita, que aporta noticias de la conquista de Europa por parte del poder tártaro, pero en otro momento histórico.

En esta línea, otros documentos históricos apuntan en esta dirección. Uno, del famoso científico Isaac Newton, y, el otro, de un cronista hispano.

Como ya se ha indicado en trabajos anteriores, Isaac Newton apunta a la naturaleza “chatti” y “alana” de los catalanes [Referencia número 4]. Y este dato es interesante, más allá a que apunta a otra teoría distinta a la oficial, de un modo que no puede ser casualidad. Los chatti, en el texto bíblico y otras fuentes, son también conocidos como los hititas, provenientes de oriente próximo, siendo el poder vecino del antiguo Egipto, y su principal contrincante en tiempos de los faraones. Es decir, dialoga abiertamente con las raíces judías, y bien se puede tratar de una referencia clara al pueblo judío que ha investigado Zuckerman. Es decir, distintas fuentes hablan de lo mismo, si se analiza detenidamente. Por otra parte, también se ha documentado que el cronista Diego Fernández de Mendoza relaciona a los catalanes y a los aragoneses con los conquistadores de Asia [Referencia número 5]. Es decir, hay dos fuentes que apuntan a los poderes tártaros, asociados, en este caso, con Occitania a través de los catalanes, aparte de la información que aporta Nostradama, que luego amplía Zuckerman. A modo de aclaración, los catalanes son, por lo tanto, un pueblo descendiente de este poder original, tártaro, que en su momento ocupó Occitania, es decir, Gothia, que llegaba hasta Barcelona, antes de expandirse en nombre de otros reinos y condados. Entendido esto, el manuscrito de Nostradama apunta en una misma dirección, es decir, no es, para nada, un anacronismo histórico y documental. Pero esta vez apunta al poder tártaro, de Toulouse y de Occitania, si bien no lo hace linaje del rey David (como Zuckerman), sino rey de Tartaria, de Troya y de media Europa.

Si no se conoce la Nueva Cronología, parece sorprendente que Juan de Nostradama explique que los sarracenos ocuparon estas tierras, dirigidos por el rey de Tartaria, que también fue rey ​​de Troya la Grande y rey de Gallicia (que no es la Galicia española, sino un antiguo reino situado entre el mar Báltico y el mar Negro, es decir, tierra de judíos askenazis). El rey es llamado Tressyn, y se dice que se le conocía entre los sarracenos como el más poderoso de todas las naciones, tal como los grandes kanes. Y este dato también sorprende, ya que la historia oficial dice que el poder sarraceno penetra en Europa occidental desde el norte de África, proveniente de Egipto, y liderado por Musa ben Nussair, popularmente conocido como el Moro Muza. Y Muza significa Moisés. Entonces, este Moisés, que proviene de Egipto y llega con los sarracenos hasta Occitania, es también el poder del rey de Tartaria que ya ocupa media Europa, desde el este, y viene con el poder judío. Vaya, parece un calco de los hechos bíblicos, o, al revés, ¿la Biblia está basada en estos hechos?

Lógicamente, para quien no haya oído hablar nunca de esta historia, esta reconstrucción de los hechos le resultará imposible de creer. Pero esta es la gran verdad que muestra la Nueva Cronología. Los hechos bíblicos conviene entenderlos en la Edad Media. Es más, los hechos de Carlomagno son los del éxodo judío de Egipto, donde Canaán, antes de Jerusalén, es Occitania. Y, lo que puede resultar todavía más difícil de aceptar, los hechos de Moisés, que son los de Carlomagno, son también los de la conquista europea de Gengis Kan. ¿Cuesta de creer? Claro. Pero es así. Lo difícil no es entenderlo, porque es sencillo, sino creérselo. En este sentido, se ruega aceptarlo, al menos, como supuesto, para seguir el hilo de esta historia. Seguro que, muchos de quienes la escuchan, atarán cabos. Sigamos adelante.

A modo de contextualización añadida, conviene matizar que la historia oficial ha creado una conquista tártara de Occidente, artificial, en nombre de las incursiones de los escitas, de los hunos, de los alanos, los godos, los ostrogodos y los visigodos, anteriores a Carlomagno. Pero, toda esta historia, es una invasión que se debe entender impulsada por el linaje de Gengis Kan. Es decir, conserva cierta honestidad, pero se han creado dos historias, o mejor dicho tres, separadas en el tiempo, de una sola. La historia a seguir es la de Gengis Kan, y su todopoderoso linaje, que, tal como se describirá a continuación, será el poder del pueblo elegido por Dios,

Para quien no esté al corriente de la epopeya del linaje de Gengis Kan, decir que, oficialmente, ocupó casi toda Eurasia. Es el origen del poder de la gran Rusia, y este mismo poder tártaro ocupó Egipto. Todo, junto al poder del Preste Juan, keraita, con quien se hace poderoso. El Preste es un gran sacerdote a la altura del poder del Papa de Roma. Un Preste Juan que los historiadores ningunean, pero que gobernó en toda la Edad Media, desde Etiopía. Y, un Preste Juan, que en los mapas antiguos aparece con atuendos que hoy en día se dice que son del Papa de Roma, como la tiara con las tres coronas y la triple cruz papal, tal como se documenta al finalizar este video. Un Preste Juan que, por otro lado, y para acabarlo de complicar, se ha desdoblado artificialmente con el linaje de los emperadores de Etiopía, que se hacen llamar descendientes de los reyes bíblicos Salomón y Saba, es decir, descendientes del rey David. Esto es historia oficial, y es la historia del linaje bíblico. Su lucha es la del pueblo hebreo. Por esta razón, los emperadores etíopes, es decir, el linaje del Preste Juan, custodia, en Axum, Etiopía, el Arca de la Alianza de Salomón, una alianza que une a toda la humanidad bajo la estrella del rey David. Gengis Kan fue el rey David de los judíos, según las crónicas medievales.


Figura 1.
Detalle de tres mapas medievales en los que aparece el Preste Juan en las tierras que actualmente conforman Nubia y Etiopía. En los dos de la izquierda se observa la triple cruz que entonces ostenta el Preste y, actualmente, lo hace el Papa. A la derecha, el Preste con la triple cruz que también lleva el Papa. Autores: izquierda, Mecia de Viladestes, 1413; medio, Angelino Dulceti, 1339; derecha, taller de Gabriel de Vallseca, 1440. Nota: las fechas de los mapas son consensos académicos, pero no están fechados realmente. Fuente: Pujades i Bataller, R. J. (2007). Les Cartes portolanes: la representació medieval d’una mar solcada. Barcelona: Institut Cartogràfic de Catalunya.




Figura 2.
A la izquierda el Preste Juan en Etiopía, con la triple cruz y la triple corona, que ahora pertenecen al Papa de Roma, en una tierra que es también parte de la actual Nubia, según el Atlas “Cosmographie Universelle” de Guillaume Le Testu, de 1555 (BNF). En el centro, retrato del Papa Silvestre I (quien convoca el Concilio de Nicea) (www.iglesia.info). A la derecha, el Papa Pío XII en su coronación en 1939 (Joachim Specht, Wikipedia, dominio público).

 

La gran Tartaria sería, de algún modo, el reino de Judea, liderado por el rey David, que vence a Goliat, el poder bárbaro. Y lo vence, gracias a la pólvora. Conclusión: la Biblia hebrea honra a la epopeya del linaje del rey David, es decir, Gengis Kan.

Este es el punto de la historia donde todo encaja, o resulta imposible de creer. En este sentido, si tu caso es la incredulidad, recomiendo que vuelvas a empezar. En todos los casos, les animo a que hagan un esfuerzo. Que vuelvan a empezar las veces que haga falta, porque todavía hay más a saber (y falta resolver el misterio de María Magdalena).

Entendido esto, sigamos.

En un lenguaje neocronológico, el puente entre los hechos bíblicos y los tártaros no es un problema. Al contrario, lo aclara todo. La historia ha sido manipulada cronológicamente, y el texto sagrado se refiere al poder tártaro, que se ha adulterado y a su vez se ha enviado deliberadamente a un pasado artificial.

Así, la primera llegada de los sarracenos a Occidente debe entenderse como la llegada de los poderes de Gengis Kan, y del exitoso éxodo de Egipto del pueblo de Israel.

En este sentido, siguiendo las crónicas escritas en nombre de Gengis Kan, el rey de Tartaria bien puede tratarse de Batu Kan, quien fuera nieto de Gengis Kan y fundador de la Horda de Oro rusa, cuando entra en Europa con su probable hermano Möngke Kan, hijo de la princesa keraita Sorghaghtani Beki, sobrina del Preste Juan, del linaje keraita.

Y: ¿Quién fue Möngke Kan?, ¿nieto de Gengis Kan que -según la historia oficial- penetró en Europa junto con Batu Kan? Es el mismo Möngke que luego ocupará Persia y llegará hasta Vietnam con su hermano Kublai Kan, quien será emperador de la China. Así, la gesta de Möngke es solo comparable a la de Alejandro Magno. Son, de hecho, dos poderes intrusos equivalentes, narrados como historias distintas, que son la misma.

O sea, en una conquista colosal, difícil de imaginar, este linaje ocupa toda Eurasia, hasta el norte de África, y sus líderes se proclaman reyes de reyes, los dueños del mundo. Así, crean el mito del Arca de la Alianza, que custodiará el Preste Juan, y, como sumo pontífice, se erige como pastor universal antes de que su poder se traslade a Roma y mute hacia el poder del Papa. Sí, como has entendido, el poder del Papa es una mutación del poder del Preste Juan. Luego se retoma este hilo.

Recapitulando, las obras de Fernández de Mendoza, de Newton, de Nostradama y de Zuckerman, que tienen en común un origen tártaro y judío en la Gothia occitana, cátara y jázara, hablan de lo mismo, si aceptamos que, efectivamente, el linaje de los reyes de Tartaria era el del rey David. Y, todas estas obras, se retroalimentan y refuerzan a la Nueva Cronología de Fomenko y Nosovskiy.

Es decir, el poder de los sarracenos era el de los reyes de la gran Tartaria y el del linaje del rey David, siendo un poder que ocupa Troya (como lo hace Paris, del cuento legendario de Paris y Helena). Así, ¿Troya existe cuando tiene lugar este episodio? Y, ¿Paris, el personaje mítico, tiene que ver con París, la capital de Francia? Antes, se ha comentado que la tradición dice que los francos son un pueblo que proviene de Troya, pero: ¿Es una Troya medieval? Sí, claro, si se entiende de una vez por todas que esta historia antigua es la medieval. Por esta razón, y no por otra, la historia de la batalla de Troya se hace popular en el medievo, no antes, y su representación gráfica es la propia del medievo, con caballeros con armaduras, castillos y navíos de la época.

Nos encontramos, pues, con una crónica sorprendente que, junto con otras fuentes y con el encaje neocronológico, apunta al poder franco, y provenzal, que también es tártaro y judío.

Como se puede constatar, la historia oficial hace del primer conde de Toulouse un poder franco y cristiano, del linaje de Carlomagno, mientras que Nostradama lo hace tártaro, y Zuckerman judío y babilónico. Y los tres poderes son enormes. Son tres versiones de una misma historia. Pero, para acabar de complicar la realidad histórica, la historia escrita consensuada ha creado un patrón eminentemente cristiano, que no deja lugar posible para la duda razonable. Allí donde es sabido que nace un poder judío, en Occitania, la historia oficial hace florecer el poder cristiano benedictino, el modelo monástico único y principal que es la esencia de la cristianización real de Europa Occidental, debidamente documentada. Según la historia oficial, es el propio Carlomagno quien promueve allí, en Aniana, junto a Montpellier, la raíz benedictina que se extenderá por toda el área de influencia carolingia. Así, oficialmente, nace el arte románico en Occidente, y aparecerán los conocidos monasterios y castillos medievales, los mismos que aparecen en la Gothia tártara y en toda la órbita del Mar Negro. Y, al lado de Aniana, aparecerá el papado de Aviñón. Incluso, en Montpellier, se dice que se crea la Orden del Espíritu Santo (de Nuestra Dama de Montpellier), que hará suya los reyes de Francia, con su paloma descendiendo asimilada a una flor de lis. ¿En qué quedamos, pues? ¿Fue un origen cristiano o fue judío? Aquí, sin duda, está la gran manipulación. Y, si nos centramos en esta reconstrucción, se puede decir que el modelo benedictino, con evidentes correspondencias con el cátaro, no fue tan cristiano como se pregona.

El origen fue tártaro, de esencia judía, en una era en que se construyó un espacio civilizador basado en el cultivo y la apropiación de la tierra administrada por la comunidad, y luego se cristianizó borrando de la memoria su pasado tártaro y judío. Pero, el principado de Narbona, del cual nacerá el condado de Toulouse, tuvo la principal escuela judía de Europa Occidental. Fue la escuela de las escuelas. Esto, aunque no sea popular, está consensuado entre los investigadores judíos. Por ejemplo, el historiador Aryeh Graboïs lo tiene muy bien documentado. [Referencia número 6]. Pero, esta tierra, y el pueblo tártaro y judío genuino, fueron vencidos. Los judíos que no aceptaron la conversión acabaron expulsados, y,, del mismo modo, la cruzada cátara, fue contra los jázaros, es decir los tártaros allí establecidos. Es la misma historia trágica que la del fin de los Kanatos jázaros vencidos, en este caso, primero por Iván el Terrible y después por los Romanov, quienes ponen fin, oficial, al extenso y misterioso poder de la Gran Tartaria. Parecen historias separadas, pero no, solamente se han separado en el tiempo oficial para distorsionar su significado, que los historiadores se han encargado de desarrollar. Pero, esto es otro gran tema, que también se merece un punto y aparte.

Siguiendo el hilo de Nostradama, hay que decir que completa la crónica de Carlomagno haciéndolo llegar a Roma, donde se proclama emperador y gran patriarca europeo del cristianismo. Es decir, se crea este personaje, como un emperador que aparece de la nada y suple el poder “universal” del emperador tártaro. Resultado de una distorsión de la historia real, se escondió la verdadera historia del linaje tártaro y judío, griego y romano, para crear el poder del Cristo resucitado. Carlomagno ha suplido la identidad del rey de Tartaria, o la de uno de sus hijos (tal como dice la Nueva Cronología).

Escondido bajo el nombre del Vaticano, se encuentra el poder del verdadero conquistador de Europa: Batu Kan (tal y como también afirma la Nueva Cronología desde hace años). El Vaticano honora a Batu Kan, quien es quien hizo la gesta de conquistar a la Roma italiana, que la historia oficial atribuye a Carlomagno. Es el resultado de cambiar la realidad para cristianizar la historia. ¿Por qué? Porque el cristianismo, tal y como lo entendemos hoy, todavía no existía. Del mismo modo, el judaísmo tenía que definirse, antes de ser lo que es hoy en día. Por esta razón, y no por otra, gran parte de la historia judía se escribe en estas tierras occidentales, como la cávala.

El judaísmo tiene su historia en Babilonia (Persia) y luego en Occidente, para luego dirigirse a Jerusalén, donde se rinde culto al santo sepulcro del rey David, es decir, Gengis Kan, antes de convertirse en Cristo. Las famosas cruzadas, que oficialmente fundan el Reino de Jerusalén en la Edad Media, fueron lo más parecido al reino bíblico de Israel, antes de la gran manipulación. Y, sí, este tema también se merece un punto y aparte.

Es entonces cuando, desde Constantinopla, vencida Troya, se controla Europa, y su ejército es el de la Orden del Templo de Salomón. Los hebreos, judíos, tártaros, fundan el Imperio Romano en Grecia, antes de crear el poder de la Roma italiana cristianizada. Por esta razón la primera Biblia completada fue griega, y no se latinizó hasta mucho más adelante.

Es decir, esto explica que el papado de Aviñón no fue una rareza, en que se desplaza allí el papado de Roma. De hecho, en Aviñón nace un pontificado judío, que luego se cristianiza y se desplaza a Roma. ¿Cuándo? Cuando el poder del emperador griego, tártaro, de Constantinopla, es derrotado por los otomanos, que son (por quien no lo sepa) un poder eminentemente tártaro vinculado al del linaje de Gengis Kan. En esta línea, al caer el emperador cae una escuela sacerdotal que lo encumbra, como el protocristo, antes de crear el mito del actual Jesucristo histórico. Toda esta gran manipulación es debida, en definitiva, para resucitar su poder, y así se construye al Mesías. Por esta razón, ni judíos ni musulmanes creen en su martirio y resurrección. Por esta razón los judíos han persistido hasta la actualidad. Y, por esta razón, se ha enviado su epopeya a la gran antigüedad y, por el camino, se ha creado un poder artificial para Cristo y el cristianismo.

La raíz imperial -europea- fue tártara y judía, aliada con la raíz griega, antes de desaparecer y mutar hacia el cristianismo romano-italiano, y antes de que las historias de Francia y de España se encargaran de borrar el verdadero pasado occitano, gascón y provenzal, tal como hizo la historia de Rusia con su pasado tártaro, y toda Europa. En su lugar, se creará otra historia, eminentemente manipulada, cuyo objetivo será hacer de Cristo, y de Roma, el poder máximo. Así, se reescribirá la historia real, que es mucho más breve y reciente, y en su lugar se creará una historia inmensa, dilatada, en que todos los historiadores seguirán, como un acto de fe, la cronología que se impondrá. La Santa Inquisición hará estragos en Europa. Europa traerá el poder del Preste Juan de Etiopía, del linaje de Gengis Kan, que hasta entonces custodia el Arca de la Alianza de Salomón, a Roma. ¿Cuándo? El proyecto de la colonización europea del mundo, tras la caída del imperio griego, de Constantinopla, marca este proceso. De hecho, aunque no se destaque en los libros de educación histórica básica, la colonización empieza, oficialmente, cuando Portugal, en el año 1486 oficial, a fecha 1 de octubre, envía dos expediciones a Etiopía para pedir el apoyo del Preste Juan para someter a los seguidores de Mahoma. En esta empresa se cree que es la primera vez que se rodea África por mar, y cuando se bautiza el extremo sur como Cabo de Buena Esperanza. Es decir, lo primero que hace Europa, antes de colonizar el mundo, es pedir el apoyo del garante del Arca de la Alianza, el Preste Juan, del linaje de los reyes David y Salomón, y de Gengis Kan. En este sentido, existe, además, correspondencia entre el Preste y las cortes de Italia y de los catalanes, con esta misma dirección, que además habla de uniones matrimoniales. Aunque, esta unión, oficialmente, no se llegó a consumar. Por otro lado, también es sabido que Cristóbal Colón aspiró a contar con el apoyo del gran kan de la China. Es decir, del mismo poder tártaro.

Así empieza un segundo proyecto colonizador, con el apoyo del Preste Juan, justo cuando, según la historia oficial, el Papa de Roma revoluciona el mundo y decide ocupar el lugar del Preste, con su autoridad, y justo cuando el Preste la pierde definitivamente. Tal como se puede observar, el poder del Preste será el del Papa de Roma. Y este proyecto colonial será el último capítulo del Apocalipsis, el único verdaderamente profético. Es decir, toda la historia de los cuatro jinetes del Apocalipsis y la gran destrucción que da lugar a una Alianza se refiere a la gran conquista tártara, pero el anuncio de la futura venida del ángel de Jesús, entendido como un caballero todopoderoso que volverá a dominar sobre toda la tierra, es la forma en que se presenta la Roma europea ante el mundo entero, convencido de su éxito.

Así, Europa se impondrá en todo el mundo, menos Oriente Próximo. Pero, al final, se pactará con los otomanos. Es la famosa alianza franco-otomana, que dura hasta tiempos de Napoleón. Y la Compañía de Jesús se encargará de ocupar el resto de los imperios, incluso la China y Japón, para imponer la cronología oficial.

Su proyecto fue imponer el poder de Cristo en todo el mundo, pero cada imperio había creado su religión, y no se pudo cristianizar toda la humanidad. Pero, asimismo, sí se pudo crear un mapa cronológico al que todos los poderes se rindieron.

Cuando se creó este mapa cronológico global todavía había conciencia de que todos los imperios de la Tierra pertenecían al mismo linaje. Incluso, en América, una cuestión que también se merece un estudio aparte.

Y, ¿qué fue de la historia de la tierra occidental de los judíos? La familia Nostradama, junto al autor de la Cronología oficial, Scaliger, lideraron la gran manipulación de la historia. Ellos eran herederos del poder judío que ocultaron, aunque, probablemente, no existieron realmente. Fueron personajes creados. Tras ellos se esconde el poder máximo eclesiástico e imperial. A su manera, los Nostradama se remiten a Nuestra Dama provenzal, camuflada como María Magdalena. Nostradama significa nuestra dama, y es la Magdalena.

En esta línea, y ya para finalizar, comentar que, en el manuscrito de Juan de Nostradama, se dice que Gerard del Rosellón (quien se une en matrimonio con el linaje carolingio, siendo conde de Provenza y el primer conde de París) es quien trae a la Magdalena a Europa. Según esta historia, y también la oficial, reclama el cuerpo de la Magdalena y hace construir la iglesia de Vézelay (en la Borgoña), en su honor, donde será enterrada y yace hasta la actualidad. Vézelay es el mayor templo benedictino medieval.

Es decir, la Magdalena aparece entonces, no hará 2000 años. Llegados a este punto, la pregunta que viene a la mente, entonces, es: ¿Quién fue realmente María Magdalena? ¿Fue la mujer, la madre o la hija del rey de Tartaria? (es decir, la madre del linaje judío y tártaro, después cristiano, de todos los poderes de Europa occidental). Probablemente keraita, judía.

Este es el verdadero Santo Grial, la verdadera sangre real, y su verdadera historia.

 

 

Bibliografía citada

[1] Mémoires en forme de chronique pour l’histoire de Provence / Jean de Nostredame [Manuscrit]. Description physique: Reliure cartonnée. Ex-bibliotheca sur étiquette imprimée collée au contreplat supérieur «Bibliothèque de Mle V. L. F. de Villeneuve Bargemont». Numéro d’inventaire ms. «7482» et mention ms. «M. Arbaud au contreplat sup. 102 f. parchemin (soit, 204 p.).

[2] L’histoire et chronique de Provence de Caesar de Nostradamus ,… où passent de temps en temps et en bel ordre les anciens poëtes, personnages et familles illustres qui ont fleuri depuis VC ans… Nostredame, César de (1553-1629). Auteur du texte. BnF, Bibliothèque nationale de France, département Centre technique du livre, Fol. Lk2-1408.

[3] Zuckerman, A. (1972). A Jewish Princedom in Feudal France. New York: Columbia University Press.

[4] Newton, I. (1733). Observations upon the prophecies of Daniel, and the Apocalypse of St. John. London: J.Darby and T.Browns in Bartholomew-Close.

[5] Hernández de Mendoza, D. (n.d.). El Becerro general, libro en que se relata el blasón de las armas que trahen muchos reynos y imperios, señoríos … y de la genealogía de los lynages de España y de los escudos de armas que trahen. Sede de recoletos: MSS/18244 V.1. Código de barras: 1001199011. Madrid.

[6] Graboïs, A. (1997). “Le «roi juif» de Narbonne”. Annales du Midi: revue archéologique, historique et philologique de la France méridionale, Tome 109, N°218, 1997. pp. 165-188.